Indulto del Sol

Ciertos días afortunados,

cuando convergen en el cielo

monóxidos, nubes y ozono,

es posible mirar al Sol

de frente para declararle:

Yo te degrado, compañero,

dejas de ser en este instante

centro absoluto del sistema.

Te libero de tus deberes.

Eres una mancha de luz.

Eso y nada más, una mancha.


Originalmente publicado en Laberinto, de MILENIO

Siguiente
Siguiente

AUSENCIA